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Sonrisa gingival o «sonrisa equina”: todas las soluciones (incluso, sin cirugía y sin dolor)

12 ENE Sonrisa gingival o «sonrisa equina”: todas las soluciones (incluso, sin cirugía y sin dolor)


¡Año nuevo, sonrisa nueva!
Con el nuevo año, quizá nos planteemos la posibilidad de corregir esos pequeños defectos que estropean, o simplemente, alteran nuestra sonrisa.

Dientes, encías y labios conforman un complejo entramado de estructuras, que nos regalan el don maravilloso y único de poder sonreír.

Hay defectos en dientes y encías que afean nuestra sonrisa y que normalmente podemos corregir sin mucha dificultad. Por ejemplo, hay sonrisas que exponen demasiada encía y nos afea cuando reímos. A esto le llamamos sonrisa gingival, Gummy Smile, o sonrisa equina, puesto que los caballos la presentan de manera natural y en los hombres se produce cuando al reír se exponen más de 4 milímetros de encía.

Esto puede suponer un problema estético —o no—, que nos condiciona a la hora de sonreír, hablar o posar para una foto. Por eso mucha gente quiere corregir su sonrisa gingival.

Hemos de decir que es bastante común (un 29% de la población, la mayoría mujeres), y son frecuentes los personajes famosos (Beyoncé, Miley Cyrus, Nicole Kidman, Jennifer Garner, Gwen Stefani…) que han querido corregir esta alteración: el cambio del antes y el después es evidente.
Por suerte, la corrección de este defecto es cada vez más sencilla y menos agresiva. Y en todos los casos dependerá de la causa:

-Si la musculatura labial sube más de lo habitual al sonreír, expondrá demasiada encía.

-Si tenemos un maxilar superior demasiado grande, el labio no podrá cubrir lo habitual y se expondrá la encía.

-En un caso de dientes fuertemente desgastados, parecerán cortos en relación a las encías.

-Cuando al erupcionar los dientes, la encía sigue al esmalte, se produce una erupción pasiva y la encía se muestra demasiado.

-En el caso de que los incisivos superiores erupcionen demasiado por falta de contacto con los inferiores, se producirá una sonrisa gingival.

-Una inflamación de encías o gingivitis, puede ser otra causa.
Ninguna de estas causas es grave por sí misma, pero producen un efecto estético poco agradecido que es fácil de corregir ¿Cómo?

Una opción es el tratamiento con ácido hialurónico. Tiene múltiples ventajas, sobretodo la nula agresividad.
El ácido hialurónico

El ácido hialurónico es un líquido que forma parte del colágeno que nuestro cuerpo produce naturalmente: a través de sencillas infiltraciones, equilibramos la acción de los músculos que participan en la sonrisa, dando armonía tanto a la sonrisa como a la expresión facial, lo que mejora nuestra autoestima.

Sentirnos a gusto con nuestra sonrisa, libres de enseñar la “sonrisa social” que nos favorece, “nos cambia la vida”, según nos dicen los pacientes.

Los resultados duran hasta 12 meses en una primera sesión, y hasta año y medio en sucesivas.
El uso cuidadoso de la toxina botulínica

La toxina botulínica también se puede utilizar para corregir la sonrisa gingival. Se limita la acción del músculo elevador del labio bajando su movilidad. Tiene menos indicaciones, porque su duración suele ser de 4 a 6 meses y puede producir una sonrisa menos natural.
Gingivectomía mediante Láser

Una cirugía local muy predecible, que remodela los márgenes gingivales y crea una sonrisa armónica con la cara, simétrica y bonita. Se realiza con la ayuda de un láser de diodo, con anestesia local. El tratamiento dura aproximadamente 45 minutos.

Sus resultados son altamente visibles y satisfactorios, y puede ir complementada por otros tratamientos como las carillas de porcelana o el alargamiento coronario, si es necesario.
Cirugía ortognática

La cirugía ortognática se recomienda cuando el maxilar superior es demasiado largo verticalmente. Esta cirugía permite colocar los huesos de la cara en una mejor posición.
Vestibuloplastia

Implica la modificación quirúrgica de la cavidad oral, ya sea interviniendo en el tejido o en la membrana mucosa gingival.
Alargamiento de corona

Otra intervención quirúrgica, sencilla, que consiste en contornear la forma de la encía, para poder mostrar toda la parte del diente que debería verse.